Los broches se obtienen de sujetadores reciclados y estos sirven para cerrar heridas en los caparazones de las tortugas.
Un inteligente grupo de rescate de vida silvestre está demostrando que los sostenes pueden soportar mucho más que los cuerpos de las mujeres, también pueden sujetar los caparazones de las tortugas heridas.
El Carolina Waterfowl Rescue ha estado reciclando sujetadores desgastados, para obtener broches que ayudan a asegurar las conchas rotas de cientos de tortugas.
Un caparazón de tortuga fracturado puede tomar entre 6 y 8 semanas para sanar por completo y durante el transcurso del último mes, la organización ha estado tratando a alrededor de 40 tortugas por semana.
Muchos de estos animales han sufrido daños en su caparazón después de ser golpeadas por una cortadora de césped, un automóvil o algún tipo de transporte. Afortunadamente, los rescatistas han logrado arreglar las conchas de los reptiles pegando las piezas y utilizando broches de brasier para asegurar sus caparazones con alambres.
Esta no es la primera vez que el refugio encuentra una solución ingeniosa para el tratamiento médico de la vida silvestre. En abril, el grupo pidió a algunos voluntarios que les enviaran nidos tejidos a mano para los pájaritos rescatados que habían sido abandonados o heridos.
La organización de rescate, con sede en Indian Trail, Carolina del Norte, EE. UU., recientemente publicó en Facebook, si las mujeres podían enviar sus viejos sostenes para reciclarlos, pero desde que los medios de comunicación comenzaron a compartir la innovadora técnica, los rescatistas se inundaron de sostenes viejos.